Tras una mala época repleta de escándalos amorosos y una guerra abierta con los paparazzi, Sienna Miller, la otra maga del estilo casual y acuñadora oficial del boho chic, parece que vuelve a la carga tras una temporada en la sombra y al abrigo de uno de los hombres más sexys que se hayan visto jamás, Balthazar Getty, y perdonad mi falta de objetividad.
Miller, que tras la promoción de su última película, hace ya más de medio año, frenó en seco y dejó de ser noticia, vuelve paulatinamente a ser el objetivo de las cámaras. Y es que lo suyo es una historia de amor y odio, porque si bien es verdad que ha sufrido el peor de los acosos y ha visto dañada su imagen pública tras airearse asuntos espinosos de su vida privada, el panorama candid no es lo mismo sin sus instantáneas.
Echábamos de menos esos looks fáciles que solía regalarnos por las calles de Londres, pero aquí está de vuelta con sus estilismos de copia y pega.
Aunque si hay una prenda que adora y ha llevado hasta la saciedad, esos son los leggings. Y las rayas: tiene debilidad por el look marinero.
Sienna nos trae de vuelta su amor incondicional por los jeans pitillo, las manoletinas, las camperas, y las toreras, todo ello, mezclado, no agitado, y sin más pretensión que la propia comodidad. Le encanta jugar con las proporciones y llevar camisetas extra largas con chaquetas muy cortas, y es fan absoluta de los complementos: los sombreros son su especialidad.
Así como su chaqueta preferida es sin duda el blazer. Ella lo sacó del armario y fue de las primeras en incorporarlo al estilo informal. Y el que más le gusta y utiliza es el tipo esmoquin o tuxedo y la firma que tiene con su hermana, Twenty;Twelve, no deja colección sin un buen blazer como pieza principal.
ME LO HA DICHO TRENDENCIAS